Por Jorge Muhlia.
En varias ocasiones me han comentado que al tener el dinero a la mano, lo gastamos y no sabemos a donde se fue, por eso muchas personas prefieren comprometerse a tandas, ahorros e inclusive hasta comprar cosas en pagos. Aquí vale la pena comentar que al tener un presupuesto o un plan financiero, nos ayuda a ponerle nombre a como usar el dinero, es decir destinarlo a un propósito que pensemos y al hacer esto, vamos a considerar la alternativa de cómo usarlo bien y tomar buenas decisiones que contribuyan a generarnos riqueza.
Si consideramos que cuando llevamos a un niño al supermercado, usualmente nos va a pedir que le compremos el helado, el dulce, la película y nosotros para educarlo vamos a limitarlo, porque “no se puede todo”, entonces el consejo es el mismo pero aplicado a nosotros. Tenemos que controlar al niño o niña pedinche que llevamos dentro, para que ese dinero no se evapore, así podremos cumplir nuestro presupuesto y empezar a ver como las buenas decisiones nos ayudan a que nuestro dinero crezca.
Esta “fuerza de voluntad” para controlarnos, es lo que necesitamos para alejarnos de malas decisiones en cuestiones de dinero y la vida, las compras adictivas, los vicios que nos cuestan dinero, la persona que es una mala influencia, las idea que nos va ha hacer ricos de la noche a la mañana, en fin estas cosas que nos hacen daño y nos cuesta decir que “basta, no me conviene hacerlo así”. La clave del éxito esta frente a ti, cada ves que te paras frente a un espejo. Suerte.